Música

Fermín Muguruza en Sonorama es todo lo que hace falta

La energía de Sonorama Ribera siempre es especial. Está presente hasta en el bus oficial del festival desde Madrid, en un control de policía rutinario. Es evidente que en este tipo de eventos hay muchos tipos de diversión, por lo que, cuando los agentes empezaron a ordenar a pasajeros aleatorios que se bajasen del autobús para una inspección rápida, la tensión era real. No encontraron nada. Después de un alivio colectivo, las risas: “¡Venga, sacad las rayas!”, soltó una viajera. Llegar a Aranda de Duero no fue menos surrealista. Mientras esperaba sentado en una acera al lado del recinto festivalero, un coche con el Maestro Roshi al volante pasó por delante de mí. Todo esto, después de haber visto circular a uno de esos jeeps que salen en Parque Jurásico. Con logo oficial y todo.

Todo esto era obra del célebre concurso de disfraces del festival arandino, que cumple 28 años en esta edición. Después del concierto de Fermín Muguruza, era el planazo del miércoles. Entre los finalistas estaban un grupo de Conguitos, unas macetas, unas fregonas Vileda y el elenco de Phineas y Ferb. ¿Cómo ganó un simple rebaño de ovejas a las Vileda? No lo sé. Tongo histórico, si me preguntan. ¿Por qué estoy tan comprometido con un concurso de disfraces en uno de los festivales de música más importantes del país? Es tan parte de la experiencia Sonorama como los conciertos. Nada como ver a un grupo de colegas dar un poco de vergüenza en el escenario. Además de las ovejas, también se proclamaron ganadores la camiseta del Che Guevara y el perro salchicha de Toy Story.

Con Fermín Muguruza no me encuentro un concierto, sino un pedazo de fiestón en el que el ska y los botes están a la orden del día. Sonorama tenía ganas de revolución. La leyenda vasca va acompañada de una banda a su altura, con un poco de todo y nada de sobra. El 40 aniversario de la carrera de Muguruza significa un regreso a los escenarios de lo que realmente importa.

Entre los asistentes, banderas de Palestina, Euskal Herria o Irlanda. Sobre la tarima, Fermín aborda todos los temas que no puede abarcar un público, como el antirracismo en ‘Kolore bizia’ o la denuncia al imperialismo estadounidense en ‘Nicaragua sandinista’. Desde la liberadora ‘Yalah Yalah, Ramallah!’, escrita hace 20 años, Muguruza tampoco se olvida de Palestina en el escenario. “¡Palestina vencerá!”, grita, animando los vitoreos de los presentes. No hablo euskera y en el contexto de un concierto todo es menos claro, pero sí entendí cuando el vocalista de Kortatu le dio las gracias al Sonorama por no caer en las garras del fondo KKR. Muguruza actuó en la Plaza del Trigo en 2014 y, según sus propias palabras, Javier Ajenjo, director del festival, le dijo que ‘Sarri Sarri’ en Sonorama sería “brutal”. No se equivocaba para nada. Pogos salvajes, energía inmaculada y unión inquebrantable.

Gloria NM

FERNANDOCOSTA prefirió reivindicar conceptos menos ambiciosos, pero no por ello menos importantes. El amor de una madre, o el de una abuela en ‘ECHO DE MENOS’, por ejemplo. Es refrescante asistir al concierto de un rapero que se basta él solo en el escenario sin saltarse ninguna línea. Casa a la perfección con estas canciones más tiernas, que realmente consiguen tocarte la patata. Solo le faltó llevar una banda para ser un bolo redondísimo. Aun así, no le faltó nada de corazón. Y cuando tiene que lanzar un tema de botar, tampoco tiene reparos. ‘Pa que lo gocen’ es claramente su canción más conocida y esperada, pero no hay ni una pizca de indiferencia en su interpretación. Si acaso, lo contrario. El ibicenco ya demostró tener una gran integridad al posicionarse abiertamente en contra de Ayax y Prok tras las horribles acusaciones que estos recibieron, incluso después de haber estado ligado a ellos durante la mayor parte de su carrera. Lo siguió demostrando en un concierto en el que la emoción reinó sobre el hype, rematando con la interpretación de ‘Hasta Cuando’ mientras mecía el carrito de su bebé. Más raperos demostrando una paternidad responsable, por favor.

Gloria NM

Una de las pegas que puedo ponerle a la programación del Sonorama este miércoles es el solape de dos reinas: La Zowi y Zahara. Esta última aseguró que lo que conmueve de verdad es la ternura y a ella le sobra. Igual que le sobra fuerza, presencia, arte y sensualidad. El humor tampoco le faltó en el momento baño portátil, cuando se encontró dentro a su guitarrista: “Porque aquí la acústica es mejor, ¿no? ¿Me puedes dejar entrar que es mi puto concierto?”, soltó de la manera más amable que se puede decir algo así. Su interpretación de ‘ZAHARA’ es uno de esos instantes de festival en los que solo se oyen “shhhh” entre el público. Antinatural y necesario a la vez.

Gloria NM

A la artista de Úbeda le pasa lo mismo que a Alizzz. Siempre cumple. Además, el público nunca se cansa de ello. El artista catalán ha encontrado la fórmula festivalera perfecta, en gran parte debido a un repertorio sólido como ninguno. Y él lo sabe, al presentar ‘Antes de Morirme’ como “un clásico del pop español”. No es arrogancia, porque el público lo recibe como justamente eso. Todavía me acuerdo de los días en los que llenaba su set versionando ‘Lobo-hombre en París’ o ‘Un Buen Día’. Desde luego, si hay un clásico del pop en su repertorio es ‘Ya no siento nada’. El final perfecto para un concierto y una canción que suena tan fresca hoy como lo hacía en 2021.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Gabriel Carey