Música

Vicente Navarro / Cantares de llanura y monte (CLM)

Hay quien levanta la ceja cuando oye hablar de la reivindicación del folclore por parte de “esas modernas”, y en parte se entiende. Es cierto que existe una tendencia actual, y que hay músicos que se acercan al folclore simplemente por esa tendencia (también público eh, no solo músicos), comportando una aproximación más bien vacía. Pero desde luego no es el caso de Vicente Navarro, ni de otros muchos artistas que el propio Navarro menciona en una entrevista con Mondosonoro donde se habla de esta posible tendencia: “los artistas están siendo muy fieles a sí mismos a la hora de introducir el folklore en sus registros. Baiuca, Rodrigo Cuevas, Sanguijuelas del Guadiana… todos hacen gala de una identidad muy marcada y por encima de aquello de lo que beben está su propia firma. Si la revitalización del folklore acaba quedándose en algo pasajero, no dependerá tanto de los artistas como sí de las entidades e instituciones que nos apoyen”. Más claro, agua.

Y esas instituciones tienen aquí un proyecto que encajaría a la perfección con ese apoyo. Surgido en una residencia artística en el Centro de arte Conde Duque de Madrid, donde Vicente Navarro formó un espectáculo con 14 canciones manchegas a las que les dio su toque particular, el artista cuenta que quiso plasmar algunas de ellas en un EP para llegar también a la gente que no pudiese acudir, y que concibe este ‘Cantares de Llanura y Monte (CLM)’ como algo abierto donde podrían entrar en el futuro más canciones. Ya vimos su talento para unir folklore y electrónica en ‘Casi Tierra’ y ‘Las Manos’, sus dos largos, pero este EP sirve para asomarnos a una revisitación de temas ya existentes. Y de qué manera.

El proyecto se abre con ‘Gañanada’, un tema del folclore toledano sobre un gañán (quizás tú y yo no lo tenemos asociado a eso, pero básicamente un gañán es un chaval que trabaja en el campo) enamorado de una joven de clase alta, y contado desde ambos puntos de vista, incluso con un punto extra omnisciente. Como en otros cortes de este EP, se nos vienen a la cabeza por supuesto Maria Arnal o Rodrigo Cuevas, pero también James Blake; el uso de la electrónica que hace Navarro junto a su productor, el canario Carreño, es exquisito. Ya sea acercándose a un mayo (la estupenda ‘La primera vez que te vi’) o a una canción protesta (‘Homenaje’, compuesta a finales del franquismo), el autor de ‘En el río’ intenta darle una vuelta a todos estos temas, como el giro que hace en ‘A la Mancha’ llevándola del humor a la épica.

El premio en esto se lo lleva ‘El twist del autobús’, quizás la más inesperada del lote. Conectar con Castilla La Mancha es cantar un mayo o cantar sobre un gañán, pero también es versionar a Paco Clavel (“para mí, él, Almodóvar y Sara Montiel son la máxima representación del carácter y la herencia manchega”, cuenta Navarro). Esta reducción a piano potencia la letra, de manera que, si conoces el tema, te parece una canción preciosa con una narración clásica y sencilla, y, si la conoces, te quedas flipando con la manera en que se la lleva a su terreno que ni Amaia Romero. También impresiona la demostración vocal en el cover de ‘Romance de El Pernales’, una composición de finales del siglo XIX sobre un Robin Hood de la sierra de Albacete. Al parecer, la mitad de las canciones de ‘Cantares de llanura y monte (CLM)’ están grabadas con un micro 57, usado para los amplis de guitarra, lo que generaba un sonido más sucio que a Vicente le parecía un buen contraste con la belleza de las composiciones. Ojalá esas instituciones que mencionaba Navarro le apoyen para que pueda continuar con más proyectos como éste, una auténtica gozada para el público. Y ojalá más público le descubra y ponga a Navarro por fin en el lugar que merece dentro de nuestra música. Méritos no le faltan para ninguna de las dos cosas.

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Publicado por
Pablo Tocino