@Fiuu así es amigo, Madonna todavía no ha logrado desvirgarme del todo, de modo que sospecharás cuan inmaculada es la visión que atribuyo a mi primera vez. Sucede que no hace demasiado tiempo a esta parte que Madonna pisa fuerte en mi vida. Todo se remonta a 2008, cuando luego de 15 volvió a la Argentina en el marco del Sticky and Sweet tour... Por entonces (contaba yo con apenas 16 primaveras en mi haber) jamás le había llevado demasiado el apunte, pero fue tal el impacto mediático que cobró esa visita a mi país, que, si bien distaba ya de la oportunidad de ir a presenciar algunos de los tres conciertos que ofreció, fue imposible que me quedara indiferente. Despertó en mí cierta curiosidad por saber qué era lo tan relevante que hacía esa mujer para generar semejante fervor. Sabía que mamá había sido de esas quinceañeras de pelo oxigenado que rajaban las pantis meneando las gambas con Material Girl, pese a que ahora cumpliera con creces su papel de ama de casa recatada y conservadora repudiando las herejías de “esa”... Con todo, ella me orientó un poco cuando le confesé mi interés y me recomendó que empezara por The Immaculate Collection, como para tener un pantallazo general de su génesis y primeros trabajos (nunca dijo nada, pero sospecho que muy en su interior estaba chocha de que mi curiosidad le devolviera a su ídola de la juventud). Apreté play y quedé hasta tal punto fascinado. Luego siguieron Confessions on a Dance Floor (que dado que en mi país salió disco de la década se convirtió en una adquisición obligada), Music, Ray of Light y Like a Prayer, y desde entonces ya no pude parar. Voy a correr el riesgo de rechazar la postura de muchos de los que opinan en este foro y diré que una de las cosas que más me gusta de ella es que se tome tan en serio. Me corrijo: no es que me guste, lo considero necesario. Vamos, que la fascinación no implica ceguera, y desde luego no me tomó mucho descubrir que lo suyo era más alarde que verdadero talento. La remaba con su astucia: vocalmente era en extremo limitada, pero se defendía tratando de no hacer un del todo deslucido papel; no era una excelsa bailarina, pero se movía bien; sus letras eran algo cursis e infantiles, pero ella se esmeraba en atribuirles significados trascendentes "ingeniosamente" encubiertos en un desesperado afán reivindicador de la lírica engendrada por su pluma... de otra manera, sólo hubiera quedado relegada en los claustros de la música más comercial como una stalette con la que algunos generación de hoy cuarentones supieron petarla muy bien en alguna disco a mediados de los ´80. Por otro lado, le reconocía la actitud que había montado frente a la fama de no enajenar su bien más preciado: su estilo, que terminantemente se negó a coquetear con transformarse en la burda rubia californiana, que siempre se esmeró por dotar -para mal o para bien, canción de los eructos y rollo espiritualista de los ´90 al margen- de una sustancia a su trabajo que trascendiera las fronteras de lo meramente insípido o bailable, que no inventó nada pero al menos volcó su inspiración en propuestas originales, innovadoras o vanguardistas y las transfirió al terrero más o menos simplón del pop, que fue una obstinada polémica pero lo fue con clase, que es la única “diva pop” que verdaderamente ha hecho lo que se le antojaba a punto tal que no temió virar de rumbo si así lo sentía, y pese a que todos los augurios fueran nefastos. Otro detalle considerable –y que en algún punto, supone una síntesis de todo lo que pueda enunciarse al respecto-, es que supuso una rica fuente de inspiración para toda una generación de jóvenes artistas que le sucedieron… que, dicho sea de paso, nunca lograrán hacerlo como ella, o al menos no con su sutileza, basta hacer una mínima comparación entre ese soberbio "Life is a mistery..." y el escalofriante "Judas, Juda-a-a, Judas, Gaga!"... En suma, respeto a Madonna por el mero hecho de que ha sido una persona condescendiente con su manera de pensar y hacer. Habiendo emulado esta última premisa, y en vistas de que lo que por ahora conocemos de M.D.N.A. se esmera en rebatirla, se comprenderá con qué intenciones nace este hilo y cuán lejos está de proclamarse “anti-madonna”.
PD. Con la mejor intención del mundo, pero sinceramente no sé qué quisiste expresarme dedicándome ese vídeo @jaimecin. Au revoir!