Adhiero firmemente a esta postura:
“La campaña de márketing tras el lanzamiento del nuevo álbum de Madonna (porque no puede ser que no la haya, ¿verdad?) tiene cierto tufillo a chapuza. La dictadura de la moda lo-fi, consecuencia de la puta crisis, se impone hasta en un lanzamiento de la Reina del Pop. Pero esto de lanzar el segundo single sin apenas haber dado opciones de un mínimo éxito (si las tuvo) al primero parece un mero apaño que, además, no augura nada bueno de ‘MDNA’. ‘Girl Gone Wild’, la canción en cuestión, es un producto bastante pegadizo con los Benassi haciendo de Calvin Harris con notable obviedad, que parece tan facilón como el ‘We Found Love’ de Rihanna (y fíjense lo que luego pasó), y certifica lo lejos que está la Ciccone de su viejo olfato para anticiparse al resto. Solo hay algo seguro: sonará un par de semanas en todas las pistas gay-friendly del globo. Más allá de eso, uno le augura poca vida”. Raúl Guillén.
Y añado que no encuentro ninguna lógica en las teorías conspirativas que afirman que Madonna busca samplearse a sí misma con M.D.N.A.: al margen de una procedencia dance común ¿qué otras equivalencias se encuentran, por ejemplo, entre un temazo como Get Together y esta porquería -puesto que no cabe llamarla de otra manera?