Lamento la partida de Whitney puesto que, pese a que su música -con salvedad de algún clásico obligado- me era completamente indiferente, la respetaba como artista. Como sea, siendo obvio que este hilo aborda un tenor completamente diferente, me parece correcto que se trate el suceso en el lugar que le corresponda. Cambiando vertiginosamente de tema, me traslado a la presentación en el Super Bowl del domingo pasado. La presentación en directo de GAYL junto con otros primeros singles de Madonna, condensado todo en esos efímeros trece minutos de actuación, refuerza la impresión negativa que despierta en mí esta nueva era madonniana que deambula con destino incierto. Mención aparte merece el patético "Worl Peace" con el que cierra. Patético no porque no me crea el énfasis que ella pone a su compromiso para con los derechos humanos, sino porque me resultó improvisado y carente de ingenio, al mejor estilo de una oxigenada contendiente al trono Miss Pija. Un "Las Malvinas son argentinas" hubiera resultado más inspirador, y sí que hubiera despertado polémica.