Para la tercera tenían un guión con Ripley, Newt e incluso Hicks pero se les fue pasando el tiempo con chorradas, la niña les creció y el otro se cabreó y pedía un pastón. De hecho sólo por poner la foto del principio cuando se estrellan a Michael Biehn le dieron una fortuna según dice él. Una pena que sea tan oscura y tan plana a veces porque tiene momentos grandiosos como el del scanner.