ODIO profundamente el verano. El calor es insoportable y se come mis neuronas. Por la noche me cuesta horrores dormirme, ya no sólo por el calor, también por las juergas de los vecinos en sus terrazas. No voy a la playa ni loco y la gente es muuuy pesada con el "qué blanco que estás!" No nací para vivir en un país mediterráneo.