Me ha llamado una chica de UNICEF para darme las gracias por enviar un SMS hace chorrocientos años cuando el hormiguero hizo una campaña para alimentar a los niños de África, lo cual me ha parecido bastante extraño.
Acto seguido ha empezado a venderme la moto e intentar que me hiciera socio, diciéndome que colaborara con lo que pudiera, que todavía había muchos niños hambrientos bla, bla, bla...
Le he dicho que ya me lo pensaría y si eso ya lo haría por internet y la tía me dice con todo su morro que lo hiciera por teléfono porque ella iba a comisión...
No le he dicho que se fuera a la mierda de milagro.