Lo de la vocación está magnificado. Yo no tenía ni puta idea de qué estudiar. En mi listado de 6 opciones tenía igual Psicología que Historia del Arte... Mi primera elección, de todas maneras, era Publicidad y RRPP: me veía yo muy capaz de hacer eslóganes ingeniosísimos y dirigir spots para la TV. Pero no me alcanzó la nota. Y tampoco pasó nada.
Así que estudié Periodismo, que era la segunda opción, que fue una carrera facilona y que, sobre todo, y con un poco de suerte, y después de haber hecho de casi todo, me permitió tener un trabajo en el que me siento cómodo aunque no sea el curro de mi vida.
No hay que buscarle tanto romanticismo a tu vida laboral. Y sobre todo, que no hay nada irreversible: lo que no te guste, lo cambias.