Malo. Yo quedé con un tío, me pareció mono en el primer bar, monísimo durante la cena, cruzaba los dedos al suicidio para que quisiese algo conmigo en el postre, morreamos en la sobremesa, me rallé de camino a casa y no hubo manera. Flop total, del encoñamiento al "ufff no, no, no" en cuestión de horas.