Hay un canal en Telegram, Padres por la verdad, uno de los grupos convocantes. Es un canal de difusión, por lo que no se puede meter baza. Pero sí remite a un canal de comentarios, donde la peña habla. Y la cosa no puede ser más desquiciada. Desde gente que defiende el uso de medicamentos concretos, hasta antifeministas cabreados, o catequistas de corazón. Por buscar un punto común en esa amalgama febril, diremos que todos quieren abrir los ojos a los demás.