En el telediario han recalcado que no era yihaidista, que era un lobo solitario, que se sentía poco integrado con el resto de adolescentes y que estaba obsesionado con los asesinatos múltiples. Y que gritó que era alemán. Vamos, que era de origen iraní como podía haber sido de Cuenca.
Un caso aislado, salta a la vista.