Falacia de la afirmación del consecuente.
Cuando un hecho A implica otro hecho B, es decir A⇒B, sólo se puede inferir, que si se da A, entonces inevitablemente se da B. Que se dé o no B, no implica nada respecto de A. La
falacia de la afirmación del consecuente consiste en deducir
incorrectamente que si no se da B, entonces tampoco se da A.
Ejemplo: "Si hubiéramos negociado con él, Bárcenas no estarÃa ahora mismo en la cárcel. Por tanto, si está en la cárcel, no hemos negociado con él".
Es la PUTA AMA.