No sé, estás en un partido y ves que aquello no es lo que parecía en principio, vas renegando, te van apartando porque siempre fuiste una cabeza muy visible. Tú aguantas porque sigues creyendo en el proyecto, y sigues defendiéndolo en público, hasta que el castillo se desmorona del todo y prefieres marcharte.
Cuando Bescansa se fue, fue sonado pero ella fue muy discreta. Ahora parece que se empieza a saber por qué.
Y tiene razón en que Kichi y Carmena se parecen más a lo que Podemos parecía ser en un principio.