Yo vivo detrás del Pazo do Hórreo, donde el Consello de Contas. Ese día hubo dos concentraciones anteriores a mayores (la primera de preferentistas, la segunda en contra del canon de SOGAMA); era un no parar de ruidos de sirenas de policía y pitidos.
Me hace gracia cuando los periódicos (ya ni me molesto en decir qué tendencias políticas siguen ésos) subtitulan con "8 agentes atendidos en Urgencias." No, perdone, una persona desarmada no atraviesa la coraza de los antidisturbios. 8 agentes con rasgazos y/o minimas contusiones que van a Urgencias para que les hagan un parte de daños; a secas, y bien una baja o una denuncia. Pero del "otro bando" nada se dice. Estoy hasta los huevos de la brutalidad de los antidisturbios, y aquéllos que de forma ilegítima en ellos se escudan para mí son escoria.