Francisco Camps me produce asco. Pero asco del de verdad. La alcaldesa, otra que tal, y los votantes peperos son de traca. Hay que verlos insultando a la gente en las manifestaciones, y hace nada acompañé a mi padre al médico y una señorona de las de traje, oro, y peinado cardado se dedicaba a defender los recortes en sanidad diciendo que lo que no había eran ganas de trabajar. Le hubiera dado con la mano abierta, pero luego pensé que no merecía la pena ni la discusión. Esa gente no atiende. Tienen un discurso bien aprendido y les toca el rabo todo lo demás. Repito, asqueadita estoy con la política valenciana.