A mí también me parece que se están columpiando un poco quienes dicen que no es necesario que el crítico pueda jugar bien. Yo reconozco ser MUY TORPE y que ello me ensuciaría la experiencia de jugar algunos juegos. Si no puedo ni eso, ¿de qué narices voy a hablar?
Haciendo memoria reciente, una crítica del Nier: Autómata como la que leí en Eurogamer sería imposible si el crítico no lo hubiera jugado de primera mano y hubiera sufrido en él mismo el proceso de aprendizaje de uso del mando.