El problema es que aún le queda mucho a este sector para ser igual de respetado que los libros, cine o televisión. Unos cuantos alarmistas dicen que sus hijos se volverían unos asesinos si juegan a esto (curioso pensamiento, por otro lado) y el resto de la sociedad le da la razón sin pensar que hay cosas igual de violentas en el cine, por ejemplo.
Clasificación por edades, señores.
El juego a mí tampoco me interesa, me parece una manera burda y facilona de crear polémica y querer vender.