Nunca me han interesado los juegos basados en deportes, de ahí la pereza máxima. Igual pruebo uno de otra desarrolladora y se me cae la peluca ahora que sé que pueden ser divertidos para mi.
También te digo que me divierte más un Mario Kart que cualquier otro juego de conducción realista (ya sea en los gráficos o en las propias mecánicas) que haya jugado en mi vida, así que el rollo estético también influye para que me meta.