Vienen 3 maricas no jóvenas, la cosa empezó que nos empezaron pidiendo coca sin ser Corra y yo nada de eso, estaban super pasados. El caso es que después se fueron ganando nuestra confianza, entre otras cosas porque uno afirmaba pinchar en una famosa discoteca independiente de la noche madrileña y porque otro me tiraba los trastos on fire y yo me sentí doncella. Todo era surrealista, pero bien. El tema es que al tío se le va la pinza, se levanta, va a un contenedor, coge una madera y se la rompe en la cabeza a un tío random que había sentado al lado. Todo lo que dijo fue que era un hijoputa por llevar pantalones mostaza. El otro lloraba y llamó a la policía. A mí no se me ocurrió otra que salir corriendo porque íbamos pedal pedal. Corra quiso ser más heroico que yo, pero digamos que tiré de él. Luego casi nos arrepentimos de no haber hecho nada. Espérate que no nos toque declarar en un juicio o algo...