De las mejores películas del año. Cuatro personas sentadas a una mesa. Cuatro interpretaciones sobresalientes (Ann Dowd a la cabeza) y un texto estupendo escrito y dirigido por un tal Fran Kranz, que debuta con esta película. Cuatro personajes que son como cuatro lienzos en blanco, que se van rellenando poco a poco hasta descubrir el cuadro completo. Durante la primera hora la película juega un poco al misterio (cuanto menos sepas de qué va, mejor), a dosificar la información y construir una atmósfera de tensión que finalmente explota en un drama doloroso y catártico que te mantiene pegado a la pantalla.
Nótese la diferencia entre la clase de cine adulto y de calidad que recomiendo yo y las petardadas que os trae @perfect. No me gusta señalar, pero hay veces en esta vida que hay que hacerlo.