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He vuelto a ver esto y la verdad es que me ha sorprendido para bien. La recordaba mucho más cutre. Vale que es un refrito de El señor de los anillos, Star Wars, historias de espada y brujería tipo Excalibur, con guiños a Errol Flynn y hasta ET (ese momento que cruzan el cielo montados en yeguas mientras suena la fanfarria de James Horner, ¿les dio tiempo a plagiar ET? Es solo del año anterior), pero luego tiene ideas propias que funcionan y que se me quedaron grabadas desde niño (la debí ver en torno a 2010) como la fortaleza del villano que amanece cada día en una localización distinta o los cíclopes y su conocimiento del día de su muerte; efectos especiales artesanales que funcionan y otros no tanto; escenarios que lucen bien y otros que se ven de cartón piedra, y un alivio cómico (el mago torpe) que es más hostiable que gracioso. Pero la verdad es que entretiene si no le exiges mucho y encima sale gente conocida como Freddie Jones o Francesca Annis un año antes del Dune de Lynch, o Liam Neeson haciendo de convicto mucho antes de dar el salto a la fama y convertirse en el azote del crimen en mil películas de venganza.
