Para mi es de los mejores cuenta-cuentos para adulto, lleno de colores y diseño, y parece baladí, pero precisamente la forma es otra linea narrativa aparte de la trama en si, tiene autonomía propia. Ya no sé cuantas veces lo he dicho, pero se tiende a darle más importancia SIEMPRE a la historia, se vilipendia mucho el cómo está hecho cuando suele ser extravagante o muy vistoso, y a mi me parece que también tiene mérito crear una marca así, no lo digo sólo por el tema de los colores o el vestuario, sino los planos y el uso de la música con estos, el cine no es sólo una dichosa trama con personajes con los que puedas hacerte tuyos, en estos Wes clava sus protagonistas hipersensibilizados, o robóticos o directamente weirds, en un entorno artificial como ellos, pero que llega en tus carnes igual que una película convencional y académica a lo Eastwood.
Es un estilo muy particular y ha sabido explotarlo muy bien. Además, pese a que parece que siempre haga lo mismo cada película es completamente distinta a otra.