Pues a mí me pareció que estaba todo muy cuidado, los diálogos, las actuaciones, la estética... Vale, algunas cosas eran predecibles, otras forzadas, pero tiene puntazos tremendos. Yo hacía tiempo que no oía a la gente reírse así en el cine. Esa risa de "ayayaya, qué barbaridad" como de pudor. Sin ser pretenciosa logra su cometido. Y yo espero que Candela Peña por lo menos esté nominada a mejor actriz de reparto en los próximos Goya, porque no se puede hacer mejor