Después de esto.
No está mal. Me gustó su ambigüedad, que de entrada te haga tomar partido por el adolescente protagonista, antes de saber qué es eso tan horrible que hizo en el pasado por lo que todo el mundo lo rechaza. Pero es bastante previsible y está contada con esa languidez nórdica cansina, como pasaba con Sparrows, que parece que les falte un hervor al director y a los personajes.