Happy End
Es como un Greatest Hits de temas y personajes de otras pelis de Haneke (El video de Benny, La pianista, Amour), pero al final más que hits le ha quedado un recopilatorio de caras B. La peli es fría y lenta, en su línea, pero esta vez ni provoca, ni sorprende, ni te implica emocionalmente. Lo mejor, las escenas de Jean-Louis Trintignant con su nieta.