Yo por poco muero de la risa con el polvo (y pérdida de virginidad) siguiendo la secuencia numérica de Fibonacci. Me gustó la mezcla de comedia involuntaria, pedantería extrema, morbo (la parte del tren, Shia, Jamie Bell y el trío con los dos negros) y la estética retro. Lars no tiene filtro ni sentido del ridículo. Lástima que el volumen 2 flojea con toda esa trama gangsteril absurda.