Life Like
La película de ciencia ficción sobre la que Slavoj Zizek nunca se atreverá a reflexionar. Una joven y atractiva pareja (él es el Jason Di Laurentis de Pretty Little Liars) adquiere un robot doméstico para ayudarles en las tareas de su nuevo hogar. Henry, que así se llama el androide, combina las habilidades de la chacha más habilidosa, las maneras refinadas de un mayordomo inglés, y los pectorales de un póster central de la Playgirl. Henry lo mismo te prepara el brunch, que diserta contigo sobre Dickens o te afeita en pelotas. Pero conforme el tiempo pasa, Henry va mostrando signos de una progresiva humanización, al tiempo que sus dueños comienzan a fantasear con él y el servicio doméstico en esa casa acaba con eróticos resultados. La película podría pasar por un remake de A.I. con torsos y culos, pero ofrece mucho más de lo que podrías esperar: reflexiones existencialistas, homoerotismo gratuito, una relectura sobre la crisis de pareja en tiempos de máquinas humanoides con six-pack, y giros argumentales totalmente locos que se prestan al pitorreo. Así debería ser Black Mirror.