Muy divertido y, a la vez, trágico y emocionante.
El prota es una versión alucinógena y alucinada de Ignatius Reilly. Aunque más creíble y sinvergüenza en mi opinión.
Se lee bien y te descojonas mientras te repugna lo que lees.
Yo le daría un 7,5 porque no es una obra maestra y porque tiene momentos en los que parece que Teisch está demasiado ido de LSD. Muy recomendable en los tiempos que corren.