A ver, hay dos escuelas. Una es la de que si el otro lo sabe y es adulto, es su responsabilidad, asà que si se está enganchando, allá él con sus decisiones. Tú trÃncatelo y que no se te suba a la chepa ni te venga con el catálogo de Promesso.
La otra escuela es la de evitar todo daño. No quedes con él por bien que tenga el rabo, dale tiempo para que se le pase, que él tiene las facultades mermadas y le costará mucho más que a ti decidir dejar de verte.
Yo soy más de la primera escuela, he de decir. Total, con la segunda, nada te asegura que vaya a salir bien, ni que te llame cuando realmente sus sentimientos se hayan calmado.