"Nada de volcarlo todo en alguien, ya ves qué pasa. Se marcha y ahà te quedas, sola y muerta por un tiempo, tal vez por siempre. No puedes querer al otro más que a ti misma, no puedes pensar en otro más que en ti misma, sentir más viéndole que cerrando los ojos: eso nunca, no puedes. O morirás en vida si él se muere. O te abandonarás si él te abandona. O sufrirás más que él cuando él sufra.
El amor no es eso, negarse en virtud del otro. Que él te pida un taxi, te montes en mi taxi sola y a medida que avancemos pierdas cobertura de ti misma, o te falte el aire que él respira. El amor no es eso. Que se muera el cable en los tiempos del 3G.
O perder el equilibrio si él se borra. Eso nunca. El desamor no es un tumor ventricular que infecta a la sangre y alcanza el cerebro. Es una gripe. Una mala gripe que se cura con sudor y pastillas de tiempo. O con otro virus más potente. O inyecciones de novedad. Caer no implica un foso: pisa charcos, mánchate. Tatúate a ti misma, besa espejos. Cómprate una brújula para los orgasmos. Viste bonito y sal a la calle de azúcar. Y privatiza tus lágrimas: ya habrá alguien que las compre al precio que mereces. Cotizas siempre al alza, no lo olvides.
Y si miras para atrás que sea por ver tu pasado cada vez más lejos. Y cuando sólo veas un guisante azul, rÃete de él, princesa."
