http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2013/04/04/futbol/1365062703.html
La maldición de los octavos con señorÃo y savoir faire la ha dejado Mourinho en supercherÃa flamenca. El Madrid es un equipo de un padre en cada puerto y la Champions una ruleta rusa de gatillo oxidado organizada por un francés que está un poco pallá. Pero las semifinales son vida y lo que hay más atrás es muerte. Van tres años viendo al Madrid en Europa en manga corta: nunca máis irnos en invierno como se fue Napoleón de Rusia tragando nieve. El calor es bueno. Como las chicas, el Real Madrid, el sexo, el Be my Baby de Las Ronettes, la playa, Van Nistelrooy, el vino o Tony Soprano. Son cosas bonitas, felices y agradables. ¿Por qué no habrÃamos de vivirlas con intensidad?