Cuando véis estos precios, los 620 por los zapatos, que no son 4.000 como el bolso del otro día (lo que ya es puro paroxismo), ¿los planteáis como objetos bonitos pero inalcanzables? ¿o de verdad pensáis "bueno, es un pastón, pero la inversión merece la pena"?
Pregunto, no prejuzgo. Y me sabe mal retomar el debate de los precios de las cosas...