Pues a mí siempre me han gustado, también fui de colegio de monjas y siempre preferí los leotardos, quizás también por eso de que podías jugar más tranquilamente sin que se te viera nada.
De todas maneras yo hablo indistintamente de medias o leotardos... Lo único pesado es que se te vayan bajando, pero me parecen tan bonitas que me compensa.