¡TOC, TOC, TOC!
Tienes un ojo estupendo para encontrar los errores más inapreciables. Y para ti es muy importante corregirlos :)
Esta especial combinación es lo que te hace ser tan perfeccionista en todo. Es genial que quieras que todo te salga bien y siempre estés listo para pelear por ello, pero a veces te tienes que dar un respiro. Es difícil (y a veces innecesario) ser 100% perfecto todo el tiempo.