El toque cutre de A3 y el buenrollismo del jurado dan ganas de potar. Este programa pide un Risto a voces. A veces Miguel Bosé, cuando se le ve por debajo de los kilos de maquillaje de mamarracha, suelta alguna cosa coherente. Sergio Dalma a veces no merece la muerte. Los demás, a la hoguera todos. Ahora, el casting es bastante bueno.