Cuando Asturcón se cree un Twitter artístico (que no personal) os avisará, para que sigáis sus aventuras y desventuras contra rojos, católicos y lobbies, all over the world. Eso sí esta espicha no acaba con él. Creo que me he bebido dos cajas de sidra y estoy rozando el cielo y el infierno. Ay mai.