Dos niñas del centro dónde trabajo no se les ocurrió nada más que hacerse un piercing casero cada una.
Una se lo hizo en el ombligo, la otra en la punta de la lengua, y por si fuera poco, va y se pone un aro.
El procedimiento fué con una patata, resulta que la patata sirve como "anestesia". Se la frotaron en el lugar dónde querían el piercing, y a clavar una aguja.