Bajaba en bici desde la facultad, y mi mente ha pensado que el Nexus 4 es un pepinazo de móvil a un precio de lo más interesante. Mi Galaxy S3, sin desmerecer, aún está de buen ver, y he concluido que si lo vendía ahora, podría sacarle lo bastante como para hacerme con el Nexus.
Pensado y hecho: me he acercado a un Cash Converters con él, he pedido lo que valía el Nexus y me lo han dado. He ingresado el dinerete y he vuelto a casa.
Aquí, abro la página de google play, busco el dispositivo, y AGOTADO.
Y lleva así prácticamente un mes.
Vamos, que me veo raptando palomas de la plaza y entrenándolas.