De verdad que no entiendo qué le veis a La Prohibida. Estuve en octubre en una fiesta en Madrid en la que, sin yo saberlo, ella era el icono de la fiesta.. Flipé, todo el mundo adorándola como si fuera una diosa, y lo único que hacía era pavonearse por la sala y posar, todo ello acompañado de una sosez que ni Marichalar.