El metro de Madrid llega hasta Cuenca prácticamente, pero la distribución de las líneas está hecha un poco como el culo. A veces hay que hacer dos (e incluso tres) transbordos para ir a un sitio, cuando si se hubiera hecho bien, con uno solo bastaría. Y bueno, ya ni hablemos de la frecuencia de paso, que es un horror.
A mí de Madrid lo que más me gusta es el ambiente que hay por la calle, la cultura de irte de cañas/tapeo y estarte ahí horas... y los museos; el eje del Paseo del Prado es una pasada, y eso en Barcelona no lo tenemos.