Por cierto, hablando de lo buena, campechana y supersevillana que era la Duquesa de Alba... la Junta está mosca porque resulta que a pesar de vivir casi todo el año en Sevilla tenía su domicilio fiscal en Madrid y el PELLIZCAZO del impuesto de sucesiones se lo quedarán en Madrid...
Aunque la Junta se podría poner farruca y demostrar que vivía en Sevilla para reclamar el cobro ¿Se atreverán?