Vamos a coger dos notas. Vamos a desafinar un pelín la guitarra. Le ponemos un ritmo muy flojito de batería. Eco a todo. Repetimos esas notas de guitarra hasta la infinidad. Le ponemos la voz así por lo bajini repitiendo siempre los mismos patrones. Menos es más. A los críticos les va a encantar.
...
Uy, la broma se nos ha agotado y tenemos que hacer un segundo disco. Estos pringaos se lo van a seguir creyendo, así que sigamos con la broma.
Reflexión patrocinada por @elanonimotranquilo
Matadme