cliquott No conocía el momento de las tiendas fashion, pero vaya par de cretinos Massiel y el otro intentando dejar a Marta Sánchez de tonta del bote. Pero lo importante: qué bueno estaba Angel Martín entonces.
Torrezna Con esto y lo de la casa de Pablo Iglesias es para pedir que paren el tren que me quiero bajar
Larsen Eso sí, me ha encantado oír cómo se volvía loca al teléfono. Ya solo por eso, esto ha merecido la pena. Menuda es Martita...