Holis, me aburro.
Entro a currar a las 9 y me pongo el despertador a las 8:15, pues mi jefa ha decidido que era muy buena idea empezar a mandarme una lista de WhatsApp a las 7:58. ODIO.
Y ayer se quedó las llaves de la oficina el becario al que ha mandado a un bar por una urgencia, así que aquí estoy sentadita en la cafetería de abajo cagándome en todo.