Mis abuelos, ambos, eran alcoholicos. Uno de ellos precisamente se mató en la obra, imaginan que iba de aquella manera. Mi pobre abuela decía que daba gracias, que las había pasado putas, que estaba harta de que le robase el dinero, que nunca estuviese para nada, harta de tener hijos uno detrás de otro, y que ella ya tiraría para adelante sola con todo. Que no quería más hombres. Y así fue, aún a veces pienso en todo lo que tuvo que pasar.