Las estrofas y su voz impostadísima son geniales, el puente y el posterior subidón me dan la vida y estoy deseando bailarlo en una tarima con bien de vodka y red bull corriendo por mis venas, y el APLÓS APLÓS APLÓOOOS es lo más jodidamente pegadizo que ha compuesto en mucho tiempo, no se me va de la cabeza desde ayer. Lo más flojo: el estribillo.
Pero vamos, que Applause es un SÍ absoluto.