Esto fue lo que Phil Manzanera comentó:
«Me resulta bastante difícil producir a divas. Recuerdo a Mónica Naranjo, que era número uno en España y Sudamérica. Yo tenía que hacer tres canciones con ella. En aquel tiempo, mi estudio estaba en construcción, así que instalé una cabina de voces en el piso de abajo, con los trenes pasando por fuera. Ella, recién salida de álbumes con ventas millonarias, llegó a Kilburn Lane y todo tenía una pinta un poco chunga. Yo le dije: ‘No te preocupes, simplemente entra ahí y estará bien’. En unas horas, habíamos construido el tema y sonaba fantástico. Dije: ‘Bueno, eso es todo, ¡ya está hecho!’. Bueno, dice Naranjo, no puede ser, ha sido demasiado rápido. Así que alquila un estudio puntero en el lago de Lugano. Vamos allí con su esposo, el típico coproductor que estaba un poco mosqueado porque el trabajo lo hacía yo y no él. Todos los días, ella volvía a cantar su parte. Estábamos en hoteles separados, con vistas al lago, y yo me aburría a muerte. Un día el marido me llamó y me dijo que a ella no le apetecía grabar. Y contesté: ‘¿Sabéis qué? No me apetece hacer vuestro disco, voy a llamar a un taxi y me largo al aeropuerto. Hacedlo vosotros. Buena suerte. Adiós’. Me largué, fue un momento liberador. Intentaron hacerlo por su cuenta durante meses, pero al final editaron la versión que habíamos grabado aquí, en el piso de abajo. Fue un éxito enorme».
https://blogs.elcorreo.com/evadidos/2015/03/09/el-dificil-cruce-de-naranjo-y-manzanera/