Creo que lo suyo va más allá del postureo de "mira cuántas cosas caras tengo". Cuando le preguntan sobre la acumulación de objetos en su casa, dice que se debe a que ha viajado mucho, a que ha guardado muchas cosas de herencia familiar, y bueno, a que su oficio es decoradora de interiores, de hecho, ha trabajado, entre otros, para nueve presidentes de la casa blanca.
Ella misma es la primera sorprendida de que, ya habiendo llegado a los 90 años, todo el mundo de repente quiera trabajar con ella y que su estilo llame tanto la atención, pues asegura que ella y su marido se rien del asunto, que lleva siendo así hace 70 años. Entiendo que para muchos no sea más que una bruja estrafalaria del uptown, pero yo aprecio que, aún siendo mayor, si ella cree en el Más es Más, siga manteniéndolo con el paso de los años.