Es un juego cuya premisa consiste en perpetuar el mito de las violaciones en las duchas de la cárcel, relegando el sexo o las relaciones entre hombres a un mero chiste y a algo a evitar.
Todo entre risitas de buen rollo por supuesto, pero cuando por ejemplo, yo que voy a un gimnasio al que van a nadar muchos niños y adolescentes, y ves que siguen haciendo las mismas bromas de mierda sobre el jabón o sobre si un tío te ve desnudo, pues ya me hace menos gracia que haya juegos así la verdad.